Es
impresionante como un aroma puede trasladarte a una soñada bahía, el
solo verlo nos lleva al turquesa y cristalino mar y su sabor nos sumerge
en la arena cálida de nuestra playa predilecta… el coco… su pulpa y su
agua son inspiración en la cocina exótica y la noche estrellada ilumina
los cocoteros como parte del maravilloso paisaje marino que todos
evocamos cuando nuestra alma desea unos minutos de paz…
Su
origen parece situarse en las islas del Océano Pacífico, con climas
tropicales y subtropicales, donde se extendió a Centroamérica y al Mar
Caribe. En el siglo XVI Gonzalo Fernández de Oviedo, descubrió la
presencia de los cocoteros en la costa del Pacífico centroamericano,
durante ese siglo y el siguiente, avanzaría su cultivo hacia Sudamérica,
costas e islas atlánticas. Los españoles y portugueses, en sus viajes a
América durante los siglos XVI y XVII, llevaron el coco para África
tropical.
El
cocotero, era una palmera muy apreciada por todos, Marco polo la llamo
“la nuez del faraón” y decía: “Una de estas nueces es comida para un
hombre, siendo carne y leche a la vez…”. También en las Islas del Sur
tienen una frase muy bella que engloba realmente la esencia de este
preciado regalo de la naturaleza para la humanidad, “El que siembre una
palmera de coco, siembra comida, bebida, vasijas y ropa, un hogar para
él y una herencia para sus hijos”. Por eso el cocotero es considerado el
alimento para el alma en los trópicos gracias a que su fruto contiene
todos los requerimientos diarios que necesita una persona para vivir, es
la palma de la vida.
Del
cocotero se obtenía comida, bebida, vestuario y madera para construir
viviendas. Para el siglo XIX, la copra (la pulpa seca del coco) se
utilizo como producto comercial en el sureste asiático así como el
aceite de coco, el cual se extrae rallando la copra y pasándola por agua
hirviendo. En 1860 se comercializo con éxito en los mares del sur y
centro del continente asiático.
La
pulpa blanca es maravillosa, blanqueada y rallada, se utiliza en
panadería y pastelería. El fruto en el interior contiene un líquido
azucarado conocido como agua de coco, refrescante, dulce y muy apreciada
por sus bondades para nuestro organismo.
La
cosecha del coco se da entre los meses de enero a julio, en esta época
el contenido de azúcar y agua es muy elevada y el sabor mucho más
intenso, sin embargo esto varía dependiendo el tipo de producción. Se
comercializa como fruta fresca (la pulpa) o se destina a la industria
del agua de coco envasada, la cosecha se realiza cuando los cocos caen
al suelo o cuando uno de los cocos de un racimo está seco.
Los
cocos requieren un clima cálido, sin sombra y suelos arenosos. La pulpa
del coco rallada le da un matiz exótico a las ensaladas, chutneys,
salsas así como también equilibra el sabor de las cremas, pudines,
helados, galletas y pasteles. También podemos utilizarlo para empanar
verduras y colocarlas a la plancha para un delicioso almuerzo
vegetariano.
La
leche de coco es muy refrescante y bastante similar al suero glucosado,
por lo que en la Segunda Guerra Mundial se utilizó para sustituir a
dicho suero, inyectándose directamente en la vena. La
Leche de coco es un ingrediente muy usado en la cocina Asiática como
base de diferentes salsas. Se utiliza también en la repostería y en la
preparación de cócteles y batidos con frutas.
Para
escoger el mejor fruto debemos tomar en cuenta que sea tan aromático
como un melón, al moverlo escuchar el agua en su interior, El coco
fresco se conserva por dos meses, después de abierto, debe consumirse el
mismo día o guardarse en un recipiente tapado con agua, no más de cinco
días. El coco rallado se conserva muy bien en una bolsa plástica en el
congelador.
En
la actualidad el cocotero es la palmera más cultivada y con mayor
importancia económica en el mundo. Los países mayormente productores
mundiales son Indonesia, India, Filipinas, Malasia, Centroamérica y
África tropical (Mozambique, Tanzania y Ghana).
Para
preparar la leche de coco: licuar la pulpa de un coco,
añadir medio litro de agua tibia y dejar que repose media hora,
poner el coco triturado sobre un paño de algodón u una bolsa de tela tipo malla y retorcer el paño con
la pasta hasta que hayamos extraído todo el liquido.
Una receta para enamorar...
INGREDIENTES
1 taza de coco rallado
1 taza de nueces
1/2 taza de avellanas
8 dátiles previamente remojados para endulzar
una pizca de sal marina
1/2 taza de cacao en polvo
un poco de agua
PREPARACIÓN
Colocar todos
los ingredientes en un procesador, primero los frutos secos y los
dátiles, colocar el agua de a poco y el cacao en polvo hasta tener una
consistencia de masa ideal para colocar en un molde con papel encerado.
Colocar la mezcla en el refrigerar y esperar una hora hasta que estén
firmes y comer.
Para veganos e intolerantes a la lactosa...
PASTELES DE MANZANA FRITA Y COCO
INGREDIENTES
125 grs. de azúcar
400ml de agua
250grs de harina de arroz (se consigue en el mercado chino en el Bosque)
2 cucharaditas de levadura
Una pizca de sal
150grs de coco rallado
4 manzanas
Aceite vegetal
Azúcar glasé para decorar
PREPARACIÓN
Poner
el azúcar y el agua en una sartén y calentar ligeramente removiendo
hasta que el azúcar se disuelva, llevar a ebullición removiendo durante 2
o 3 minutos hasta obtener un jarabe, dejar enfriar.
Mezclar la harina de arroz, la levadura, la sal y el coco en un bowl grande, removiendo hasta obtener una masa homogénea.
Mezclar
con el jarabe ya frió y batir para conseguir una pasta suave, reservar
durante unos 20 minutos. Extraer el corazón de las manzanas y cortarlas
en aros, añadirlas a la masa y freír en un wok con aceite caliente,
cuando estén doradas por ambos lados sacar y espolvorear con azúcar
glasé.
Espero
que hayan disfrutado de este exótico reportaje sobre un fruto
maravilloso, el coco. Un regalo de la naturaleza para nutrir con amor
nuestro cuerpo, es importante tener en cuenta, que en la cocina solo
existe un protagonista y siempre será la naturaleza porque sin ella no
sería posible ninguna preparación, las obras del arte culinario dependen
totalmente de lo que cosechamos, de toda esa magnífica variedad de
alimentos que nos da la Tierra y nosotros honramos ese privilegio con el
propósito de hacer felices a nuestros comensales y seres que nos
rodean, fusionando el amor con el que creamos y el placer con el que
probamos… con amor, Male.